Aquellos tiempos en los que el agua parecía ser un recurso inacabable, se han terminado. Nadie es ajeno a los problemas del desabasto y la escasez de este vital líquido, pero estos no sólo se derivan de la imposibilidad presupuestal de los municipios por dar el servicio de agua potable a todos los habitantes, sino también de nuestros hábitos de consumo.Por una parte, cada vez debe ser extraída desde una mayor profundidad, pero eso no garantiza que tenga la adecuada calidad para su consumo, ya que su alto contenido de metales la vuelve peligrosa para personas y animales, incluso provoca más problemas por la corrosión de tuberías.
Sin embargo, el otro aspecto que no se quiere enfrentar es la "cultura del no pago" que está presente en muchos de los hogares de Jesús María. ¿Por qué la gente no deja de pagar la luz eléctrica? Porque al día siguiente la corta la Comisión. ¿Por qué la gente no va a pedir descuentos a CFE? Porque no los dan.
Esta es una grave problemática, ya que el consumidor deja de pagar, tiene instalaciones en mal estado que provocan fugas o también obtiene el agua potable mediante tomas clandestinas, y finalmente se refugia en la esperanza de que después de 6, 9 o hasta más de 12 meses de adeudos le harán un descuentito.
Urge un programa integral de protección al medio ambiente, donde cada uno de nosotros sepa administrar y cuidar los recursos como el agua... Con ello, el Gobierno Municipal logrará distribuir los recursos públicos de una mejor manera, atendiendo los problemas de agua potable, alcantarillado y drenaje, lo mismo que las demás necesidades igualmente prioritarias como la seguridad pública, la gestión de los servicios de salud, y el fomento de la cultura y el deporte, entre otras.
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