Cuenta la leyenda que un viajante llegó a Venadero, pero como no tenía dónde quedarse pidió asilo, sin embargo, aunque no tenía dinero para pagar su hospedaje dio a cambio una figura de un pequeño Niño Dios... con la consigna de que año con año lo festejaran únicamente a base de limosnas que la gente aportara.Así fue como comenzó la tradición del Niño Cautivo, en Ignacio Zaragoza, donde la familia Chávez anualmente lo festeja.
En nuestra visita pudimos percibir la gran devoción que le tienen, pero también el gran valor de la cooperación de la comunidad, ya que gracias a todos se logra esta fiesta.
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